domingo, 20 de diciembre de 2009

-Podemos querernos, pero no amarnos
-Amarnos sería un error ahora...


No quería cerciorarme de que tú eras tú. Durante todo este tiempo quise tenerte frente a mi y reprocharte el daño que nos hiciste... pero ahora... saber que eres tú, asegurarme de que mis sospechas eran ciertas, me hace sentir un poco intranquila, tal como estabas tú...

-No quiero perderte
-¿Por qué tendrías que perderme ahora?


Quise dañarte. Mucho. Quise hacerte sentir tan miserable como creo que recuerdas que me hiciste sentir... Pero ahora... no lo sé, dices que el ciclo se puede romper, se puede desviar... yo lo desvié, y estoy ahora con la persona que siempre debí estar, esa persona que me esperaba...

-Estás intranquilo, cálmate
-Abrázame...


Casi lloré... mil recuerdos llegan a mí, recuerdos antiguos, recuerdos... "pasados"... visiones, sentimientos, emociones.

No quería cerrar aún este círculo... no quería creer que tú, eras tú... no sabía cómo enfrentarlo, no sabía qué esperar...

-Ya, déjame, no me saques más cosas...

Sólo miradas... ¿Aún buscando un perdón? pues ya lo tienes... Porque en el fondo de mi alma, el hecho de que me hayas liberado, de que me hayas permitido rehacer mi vida como debí rehacerla en ese entonces, ya es un motivo para perdonarte...

Mi hija ahora tendrá otro padre... el padre que merece...