sábado, 29 de agosto de 2020

Libertad

Una respuesta clara, precisa, respetuosa, gentil... como solía ser.

Sus palabras fueron bien recibidas, mas su confesión de amor, no correspondida. Aún así, se sentía tan libre, tan tranquila y en paz consigo misma, que no le importó. Sin saber que estaba atrapada en sus propios sentimientos, negados hasta entonces, incluso para sí, había sido liberada. 

Se rescató de la torre, y estaba lista para explorar el mundo.

10 de espadas

Si no lo decía en ese momento, no lo haría nunca. No sabía de dónde había sacado el valor para hacerlo, pero lo hizo. Cedió ante la vulnerabilidad que significaba para ella emitir una declaración de esa envergadura. 

No sabía si él correspondería a ese amor que parecía detenido en el tiempo, o si jamás volvería a saber de él. Sólo sabía que sus sentimientos al fin habían salido de su escondite, y comenzaba a experimentar el significado de la palabra libertad.

Recordaba sus palabras de hace unos días : "O regresa, o se va para siempre". La esperanza de su retorno seguía viva, ardiendo en su pecho. Mas no era una preocupación.

Ya no sentía dolor... sino alivio, y un profundo amor... propio. 

Podría regresar, o desaparecer definitivamente de su vida, pero ella no volvería a sufrir por eso. Al fin había florecido ese secreto que ni siquiera ella sabía de sí misma.

Al fin era libre, y se sentía maravillosamente.


miércoles, 26 de agosto de 2020

...

Luego de aquella noche de reflexión, aquella noche en la que al fin sus sentimientos tuvieron reconocimiento en su corazón, se preguntaba si había hecho lo correcto al escribir eso para él.

-Qué importa, probablemente ni siquiera lo ha visto.

Podría borrarlo, puesto que existía la posibilidad de que él jamás hubiera leído ese texto. Sería fácil, borrarlo, fingir que jamás sucedió, y seguir su vida, como si nada. 

Pero si hay algo que ella jamás ha perdido en su vida, es la esperanza. Aún cuando todo a su alrededor está cayendo a pedazos, ella sigue ahí.

Y esta vez, la esperanza se mantenía firme, en que él lo leería. Podría ignorarlo, pero lo leería.

Le contó a su amiga, le envió una foto que encontró por ahí, en algún archivo, de alguna red social. 

Sabía todo sobre ella, todo. Esto sin duda era algo que debía saber. Nadie más lo sabía, salvo quienes vieran sus publicaciones, y sacaran sus propias conclusiones. 

Entre bromas le contó cómo su corazón casi explota de emoción al verlo. Era una foto antigua, pero él estaba ahí. Sus ojos estaban ahí.

Por supuesto, también mencionó lo escrito la noche anterior.

"Ahora pienso ¿Qué hice? Pero filo, tengo que poner fin a esto. O regresa, o se va para siempre".

Quiso olvidar por un momento lo que sentía. Se sentó en la cama y presionó un botón en el control remoto. "Netflix"

Hacía 2 años que tenía pendiente terminar esa serie. Había leído el libro correspondiente a la primera temporada, pero no había más libros. Sólo un programa de televisión.

Pocas veces se siente tan atrapada por una serie. Representaba tanto lo que ella había vivido, que no podía dejar de verla. Pero esta vez, aún cuando sus ojos derramaban lágrimas por la cantidad de emociones que sentía producto de las escenas que acababa de ver, recibió un inesperado mensaje sobre lo ocurrido la noche anterior, y decidió llorar "con sonido", como no es habitual en ella, como corresponde.

Tomó esta nueva forma de papel y lápiz, y comenzó a escribir.

"Es tan difícil estar tan cerca de saber de ti, y no atreverme a hacerlo. Hablar con quienes saben de ti, y no atreverme a preguntar... 

¿Cómo está?

¿Tiene pareja? ¿Hijos?

¿Terminó tus estudios?

...

¿Es feliz?

...

¿Eres feliz?"

Buscaba entre ese cuestionario imaginario la respuesta a la pregunta que con más frecuencia resonaba en su cabeza.

"¿Eres feliz sin mí?"

Esperaba que sí. No era lo que quería, ¡Claro que no! Pero sabía que era lo correcto, lo deseaba para él. Porque antepuso siempre, la felicidad de él, antes que la propia. 

Respiró profundo, luego de ese ruidoso llanto, ese llanto sin tapujos, sin vergüenza, sin culpa. Ese llanto que no sólo libera a quien lo experimenta, sino también a quienes se vinculan al motivo de ese llanto. 

Entonces lo entendió, y repitió en voz alta las palabras que hace unos minutos tuvieron tanto sentido:

"Puedo amarte, y aún así, dejarte ir. Espero que, dondequiera que vayas, seas feliz, y sepas que te amo."

Te amo.

martes, 25 de agosto de 2020

Una señal

La noche estaba en perfecto equilibrio entre cálido y frío. La lluvia, que apenas lograba humedecer superficialmente su cabello, hacía todo más nostálgico.

-Hace tanto tiempo que no sé nada de ti... quisiera al menos saber que estás bien.

Una lágrima se deslizó lentamente por su mejilla cuando ella cerró sus ojos.

-Quisiera verte. Abrazarte una vez más, tener otra oportunidad de besarte, como todas las que tuve y dejé escapar...

Cualquiera que escuchara su voz, diría que habla con alguien, pero estaba sola. Inmersa en sus propios pensamientos, en sus miedos, en sus culpas. Abrió sus ojos, y miró al cielo, como buscando encontrar en él un destello, una luz que encendiera en ella otra vez la esperanza de volver a encontrarse con aquel amor, que dejó ir agónica y lentamente... 

-Busco tu nombre en todas partes, jamás pude olvidarte, siempre pensé que podría ser tu amiga, sentía que podía vivir así, pero cada vez que fallaba en cada relación que tuve, te busqué... te busqué tras cada decepción, y te busqué en cada una de ellas...

Se daba cuenta, quizás tarde, pero de una vez por todas, que trataba de encontrar en otras personas el amor que sólo él le brindó, trataba de entregar el amor que sólo a él pertenecía, y no pudo darle. 

-Si tan sólo... aparecieras, como lo hacías siempre...

Una tras otra, las lágrimas se deslizaban por sus mejillas, mientras ella hablaba al cielo, esperando que alguien escuchara su ruego

-Te amo... te lo dije de tantas maneras, menos de la manera en que lo sentía. Te amo, quiero pasar mi vida contigo...

Imaginaba su voz, diciéndole "estoy aquí". Se imaginaba entre sus brazos, sintiendo que todo va a estar bien.

-¡Siempre quise pasar el resto de mi vida contigo! Te lo negué, y me lo negué a mí misma, y me odio por eso, pero ahora entiendo todo, estoy lista... dime que podemos intentarlo otra vez.

Sonreía como si hubiese encontrado consuelo en sus pensamientos, como si la esperanza de encontrar a su amado volviera otra vez a su corazón.

-No sé cuántas veces voy a volver a pensar en ti... no sé cuánto tiempo más voy a poder vivir con la ilusión de encontrarte. De poder, al menos, pedirte perdón, por no creer en ti, por seguir con ese hombre que me dijiste que no era bueno para mí, que no me amaba... y no te creí. 

Trataba de contener su llanto. No quería alarmar a nadie. Aún en su ser quedaban vestigios del orgullo que alguna vez la dominadaba. 

-¡Debiste ser tú! Siempre, debiste ser tú...

Pensaba en la idea de formar una familia, cuyo primer intento había fracasado. 

-Seríamos tan felices... 

En un segundo se detuvo su llanto, como si de pronto una gran idea se hubiese gestado en su cabeza. Lo que antiguamente fuere lápiz y papel, hoy era su smartphone. 

-A ver qué tan inteligente es esto- murmuró.

Y comenzó a escribir. Imaginando el escenario más dramático de lo que realmente era, anhelando que este sueño lúcido se volviese realidad.

-Seamos felices... - Hablaba a la vez que escribía, como si ella misma dictara las palabras correctas para una carta sin destinatario -¿Podemos serlo? Por favor, dame una señal... si lees esto, escribe para mí. Volvamos el tiempo atrás y retomemos el camino que alguna vez  soñamos recorrer de la mano.

Se imaginaba arrancando la hoja escrita de uno de sus tantos cuadernos, y lanzándola al aire, esperando que la brisa ayudara a la carta a llegar a su destino. En su lugar, puso un punto final, y dio un click...

Sólo un click.