viernes, 26 de agosto de 2011
...
Hoy me sentía bonita, y quise salir a mostrarlo...
Tropecé muchas veces, pero mis tacones no dejaron de sonar fuerte.
Percibí miradas de otra gente, y de uno que otro pretendiente...
pero a mí me interesa sólo uno. Aquel que amo como a ninguno. Ese a quien quiero ver dormir y en la mañana compartir el desayuno. A él quiero complacer, y de tenerme a su lado, darle el placer...
Sin embargo, mi último tropiezo fue más grande de lo que pensé, y nada fue como debía ser. Caí tan bajo, que casi me dejo vencer. Sentí lejos mi orgullo de ser mujer.
Quise que me vieran, y fueron más de los que debían ser. Unos que hasta hubiese preferido, no tan a fondo, conocer...
Mas de ese hombre, de ese único, en lugar de un par de elogios, obtuve mil causas de agobio.
En lugar de asegurar su amor, estaba dando paso al odio,
y de eso, no quiero ni siquiera un poco. Yo sólo quiero amarle hasta que nos llamen locos.
Quizás me excedí, quizás no me medí...
Pero hoy me sentía bonita, y quise salir a mostrarlo.
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