Me pasa que voy por la calle y espero encontrarte a cada paso que doy... miro mis pies y deseo que al levantar la vista estés frente a mí, con tu rostro siempre sonriente...
Pero... ¿Por qué eso me provoca tristeza? ¿Acaso los ángeles no tienen derecho a amar?
Debería estar feliz de volver a sentir mariposas por mis venas y burbujas en mi piel... Sin embargo, por mis mejillas se deslizan cristales de angustia, corren gotas de pánico... Tengo miedo...
Temo volver a ser feliz y que me arrebaten lo poco que he construido...
Estuviste siempre tan cerca y jamás supe de ti hasta ahora... ¿Por qué la vida me enfrenta a ti ahora que me siento indefensa y frágil?
¿Por qué ahora que no deseo sentir nada por nadie, que cada vez que mi corazón late con mayor intensidad yo lo obligo a detenerse, a mantener la calma, a decirle "no es lo que crees"... ?
Han florecido nuevos dones, inexplicables nuevos horizontes, desde que mis labios dulcemente comparten tu nombre...