Si por querer socorrer a un inocente, cruzar toda mi ciudad buscando a alguien que pueda ayudarme, darle los cuidados que creo que necesita y regalarle minutos de mi vida para poder salvar la suya soy egoísta, SI, ¡LO SOY! y lo seguiré siendo hasta el fin de mis días, porque su vida es mucho más valiosa que la de muchos humanos, incluyendo la mía. Si tengo que lanzarme a una carretera atochada de vehículos por rescatar a un pequeño que está a punto de ser atropellado, corriendo el riesgo de que a mí me suceda algo grave, lo voy a hacer.
Eso no es ser egoísta, es tener consciencia de que existe un mundo más allá de tu nariz.
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